La Raqueta Subversiva XXXII.
Las “Segundas” de la Historia III
Chris Evert
Intro
El artículo es sobre alguien que muchos incluirían entre las mejores de la historia, y creo que podríamos discutir largo sobre eso, pero bueno, alguna línea hay que trazar, y si bien está incluida en esta lista de las “casi Diosas del Tenis”, si tuviéramos que hacer un balance entre lo que es una persona que juega al tenis y una tenista profesional, creo que “Chrissie” sería la N° 1 sin dudarlo por su juego, sus resultados, pero también por su trayectoria, su vida privada y su equilibrio y compromiso indudable con el deporte.
Si el tenis se puede considerar una escuela de vida y valores en cuanto a lo que nos deja como disciplina, como juego estratégico, como habilidades coordinativas bajo presión y como tolerancia a la frustración, Evert es la primera maestra y a la vez su mejor alumna.
Veamos una historia que no hace falta que tenga una moraleja, es toda una enseñanza de vida, o al revés, no sé, pero sí que es algo increíble. Lo comparto con Uds.
Inicios
Christine Marie Evert nació en Fort Lauderdale, Florida, a fines de 1954, y a los 5 años comenzó a jugar al tenis con quien fue su primer profesor y coach hasta el profesionalismo, su padre James. Junto con sus hermanos tomaba clases obedeciendo sus instrucciones, mientras él, tras un carrito de supermercado lleno de pelotas, le lanzaba tiros para que practicara un tenis simple y pulido.
A todos les fue muy bien, cuatro de sus hermanos lograron un título junior en el torneo más prestigioso de la categoría: el Orange Bowl, pero sería ella la mejor, a los 14 ya era la campeona nacional, y alcanzó la semifinal de su primer torneo profesional. Al año siguiente, en un torneo por invitación, derrotó a la N°1 del mundo en ese momento, Margaret Court.
Su carrera
“Lo que nuestro tenis necesita es más personalidades. Si alguna de las otras chicas se siente celosa por la atención que ha recibido Chris, deberían detenerse y pensar más allá de sus pequeños mundos “
Billie Jean King, luego de derrotar en su primer US Open, a la joven Evert de 16 años en semis, y en el medio del revuelo mediático que causó su aparición y los celos de las otras tenistas
En 1971 jugó su primer US Open, y luego de salvar varios matchs difíciles, perdió en semifinales.
En 1974 comenzó su reinado, ganó el Abierto Francés y Wimbledon, con una racha de 55 partidos sin perder (jugó 100 en todo el año y perdió 7) y obtuvo 14 títulos más. En el medio, se puso de novia con Jimmy Connors (ese año ganó él también Wimbledon) y ambos jugaron el mixto del US Open (perdieron la final)
En 1976 fue elegida en los EEUU, por la revista Sports Illustrated, la “Deportista del Año”, algo nunca visto para una mujer en cualquier disciplina, y que solo fue compartido por otros tres tenistas: Arthur Ashe, Billie Jean King y Serena Williams.
De 1974 al 78, fue la N° 1 del mundo indiscutida. De hecho, desde agosto de 1973 ganó 125 partidos seguidos en canchas lentas, algo que es un récord único tanto para ambos sexos. Luego de perder un partido, volvió a tener una racha de 64 partidos ganados…
Su estilo pulido, limpio y letal, sumado a su apariencia siempre correcta pero sin emociones, excepto una mohín o sonrisa tímida, le valió el apodo de “Ice Maiden” o “Dama de Hielo”
Así y todo, sus logros son impresionantes: durante 13 años, entre 1974 y 1986, ganó al menos un Grand Slam al año, y eso que faltó cinco años al Abierto Australiano y tres al Francés…
Cuando se retiró, en 1989, luego de 20 años de profesional, había ganado 157 títulos profesionales, algo nunca alcanzado por ningún otro tenista mujer u hombre hasta ahora. A esto hay que agregar 32 torneos en dobles. Ah, y colaboró para ganar la Fed Cup para su país, ocho veces.
Su rivalidad con Martina Navratilova
Ya en la segunda mitad de los 70, Navratilova venía anunciando su presencia con un tenis físico, rápido y potente. El hecho que viniera de la Checoslovaquia comunista de ese entonces, y su aspecto varonil, hicieron que el contraste fuera pasto para los medios. La católica WASP del mundo capitalista contra la atea del área soviética.
Pero probablemente el efecto de su aparición fue potenciar y alargar la carrera de Evert. Su estilo conservador de fondo y de paciencia y táctica, tuvo que evolucionar contra la agresividad potenciada por la tecnología en las raquetas que Navratilova adoptó tempranamente junto a su entrenamiento físico de clase mundial.
Y por más que muchas veces si había demoras jugaban al backgamon o entrenaban juntas, (Martina dijo una vez que cuando llegaban a las instancias finales, no quedaban otras jugadoras para entrenar y jugaban entre ellas a la mañana para pelotear, y luego salían a matarse en el partido oficial) y jugaron dobles, la rivalidad dentro del court fue majestuosa.
Jugaron 80 partidos, por todo el mundo y en todas las superficies. Mayormente en finales porque eran las mejores (Evert nunca perdió en los Grand Slams ni en primera ni en segunda ronda, y en tercera, solo dos veces en 20 años!) Luego del retiro de Chris, las cuentas no la favorecieron, quedó 37–43 en partidos entre ambas. En las 14 finales de Grand Slam que jugaron, la brecha es mayor: Martina ganó 10.
En 1986, Navratilova se había hecho ciudadana norteamericana y jugaron juntas para EEUU en la Fed Cup contra Checoslovaquia, en un viaje que también fue un raid emocional para ambas.
Su vida fuera de la cancha
Evert no solo tuvo triunfos y derrotas en el court sino también fuera. De su noviazgo con Connors no solo hubo repercusión mediática sino que también tuvo hace poco tiempo un ramalazo: fue cuando Jimbo en su típica pose de inefable outsider, reveló que ella quedó embarazada durante su relación y que si bien él quería que lo tuviera, Evert decidió abortar. Y esto fue publicado en su biografía sin pedirle ni permiso ni darle aviso a ella!
En 1979 se casó con un tenista profesional del montón, el inglés John Lloyd, del que se separó en 1987. Al año se casó con Andy Mill, un esquiador olímpico, y tuvo 3 hijos. Se separaron en 2006 y Evert le pagó al marido 7 millones de dólares. Luego se casó con el golfista Greg Norman en el 2008 pero se divorció a los 15 meses.
Actualmente dirige su Academia junto con su hermano en Boca Ratón, además dirige la revista Tennis y es comentarista para ESPN
Curiosidades
l Durante su impresionante racha de triunfos en cancha lenta, jugó 258 sets de los cuales solo perdió 8, tuvo a su favor 71, ganados por 6/0!
l En el 2017 participó de la iniciativa WTA Legends Cruise, que era un crucero que salía desde Miami, y la gente tenía clínicas, compartía cenas y actividades junto a ella y Arantxa Sánchez-Vicario, Jennifer Capriati y Lindsay Davenport
lHace unos años, confesó que sabía que en su época había jugadoras que tomaban sustancias para mejorar el rendimiento y la fuerza. Sin dar nombres dijo que al jugar con raquetas de madera, les era muy difícil pegar fuerte. Pero también dijo que no había controles antidoping como hay ahora
l Algunos números más de una carrera sorprendente: en casi toda su carrera estuvo entre las primeras cuatro del mundo, cuando se retiró a los 34 años, estaba aun en el top ten (había hecho final de Australia y semis de Wimbledon y del US Open, el año anterior)
l Ese año perdió la final del Abierto de Miami contra Sabatini
l Su apodo de “Dama de Hielo” fue con el tiempo mutando a “Chris America”, como emblema del dominio estadounidense en el tenis femenino de los 70
l Su madre era la que la acompañaba en los primeros partidos de profesionales, y hasta se encargaba de confeccionarle la ropa y ponerle una cinta para atarle el pelo
l En su Academia de Boca Ratón tiene, como no podía faltar, un argentino, Reginaldo Moralejo, oriundo de Bahía Blanca, es el director del área de tenis masculino
Conclusión
Es difícil siempre resumir una vida llena de logros, y más aún cuando esa persona sigue involucrada en el tenis formando jugadores, analizando campeones y participando en el consejo de instituciones. Pero en el caso de Evert es abrumador, tiene tantos logros, tantas aristas, tantas transiciones… para muestra vayan dos ejemplos: jugó y ganó Grand Slams en césped que luego se convirtieron a canchas de polvo y luego en cemento, como el US Open, pero también atravesó la época del cambio de raquetas de madera a grafito, y si bien al principio se resistió, se adaptó y logró también ganar con esas nuevas armas.
Tal vez el no querer jugar dobles más seguido le impidió ser una jugadora total, como fue su alter ego Navratilova, pero no cabe duda que si hubiera una escalera para entrar al Olimpo del Tenis, no sé si estaría dentro o sería la portera. Nadie más calificado que ella para saber quién podría acceder y ver los dos lados de ese portal
https://youtu.be/cDahlxA_aLw Documental de Evert con Navratilova
https://youtu.be/NJw6I0W6838 Evert contra Sabatini en 1986