La Raqueta Subversiva XXXI

José Luis "Tata" Echegaray
7 min readNov 8, 2020

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Las “Segundas” de la Historia II

Maureen Connolly

Intro

De esta jugadora, que veremos su vida y carrera, debo confesar que supe de su existencia hace unos diez años y de manera muy superficial. Supe que fue muy buena y que había tenido un accidente que le impidió seguir con sus prematuros éxitos.

Lo que no sabía era que había sido TAN buena. Un prodigio que al igual que nuestra protagonista anterior, fue cortado abruptamente, en este caso no por un atentado deliberado, sino por un accidente absurdo causado por negligencia, que hizo que “Little Mo” como fue su apodo popular, se quedara sin poder volver a jugar competitivamente nunca más.

En esta nueva saga de las que no pudieron entrar, o de las que “podrían haber sido”, veremos a la Princesa de América, una tenista precoz y campeona como pocas.

Inicios

En su San Diego natal, Maureen se crió con su madre divorciada y su tía, y como no podía aprender equitación, que es lo que amaba, su madre le compró una raqueta por un dólar y medio.

La niña no paró de practicar, y en las canchas municipales la vio un entrenador muy famoso de California, quien no solo detectó el talento sino que hizo algo más: le cambió la mano hábil (ella era zurda) por la derecha, con el pretexto de que “nunca vi una campeona zurda”, y comenzó a pulir su juego, en especial su drive que se convirtió en un arma formidable.

Su juego de fondo de cancha estaba basado en golpes planos y fuertes, en especial de derecha

Como también Connolly practicaba danza, su profesor, que ya la había adoptado como su alcanza pelotas oficial en sus clases, le insistió en que usara esa habilidad para su movilidad en la cancha. Cuando terminó de pulir su revés, sus tiros se comenzaron a sentir en sus rivales: le pegaba muy fuerte a la bola de los dos lados, tomándola cuando subía.

Un periodista la bautizó “Little Mo” en homenaje a la potencia de sus golpes, porque en esa época era muy conocido un barco de guerra con grandes cañones, el USS Missouri, que se llamaba “Big Mo”. Y la prensa comenzó a decir, también, que “se movía como una bailarina y pegaba como un boxeador”.

Poco tiempo después su profesor se dio cuenta de que no podía darle mucho más, y se la encomendó a una gran profesora: Eleanor Teach Tennant, quien ya había tenido en sus manos varios campeones de Wimbledon.

Con ella, además de los consejos del tenis, maduró como joven. A los 14 años ganó 56 partidos consecutivos y obtuvo el título de EEUU para menores de 18 años. Su coach le había dicho que odiara a las rivales y que no quería que tuviera amigas entre ellas, de hecho, muchas veces le mentía y le decía que algunas la habían insultado a sus espaldas, para justificar el comportamiento de Connolly

Solo la desobedeció un par de veces, una cuando se escapó con un actor mexicano a ver una corrida de toros, y otra cuando, como veremos más abajo, prefirió jugar en lugar de descansar por una lesión.

Su Carrera

“Siempre creí que mi destino estaba en una cancha de tenis. Un destino oscuro, a veces, donde la pista era mi jungla secreta y yo era una cazadora solitaria y asustada. Yo era una niña extraña, armada de odio, miedo y una raqueta dorada”.

MC

En 1951, con 16 años, ganó el campeonato de su país para mayores de 18 años. Comenzaban tres años dorados. Con su pequeña envergadura (apenas pasaba el 1,60 mt) no parecía que podría lograr lo que logró, pero fue impresionante. Insegura fuera de la cancha, dentro tenía los “ojos de una asesina”, según uno de sus compañeros de dobles y entrenamientos. Entrenaba los siete días de la semana, y a veces, hasta en tres turnos. Su dedicación tuvo premio. Veamos:

1951: Ganó su primer Grand Slam en EEUU

1952: Ganó Wimbledon y su segundo Campeonato de EEUU

1953: Ganó los 4 grandes, siendo la primera mujer en la historia en lograrlo y la segunda persona luego de Don Budge que lo había hecho en 1938, y solo perdió un set en esas cuatro finales…

1954: no fue a Australia y ganó el Abierto Francés, y luego otra vez (la tercera) Wimbledon

“ Little Mo” en su arribo a Wimbledon, jugó 3 veces, ganó todos los partidos que jugó allí

A esto hay que sumarle dos títulos más de Grand Slam, en doble damas y otro en mixtos

Quiere decir, para hacerlo fácil: ganó los 9 últimos Grand Slam que jugó, con 50 triunfos consecutivos.

Hasta que llegó el día fatal…

El accidente

“En el momento del accidente mismo, me di cuenta de que nunca más volvería a jugar”

MC

En 1954, tres semanas luego de ganar su tercer Wimbledon, y cuando cabalgaba un caballo que el Municipio de su ciudad le había regalado (su nombre era Coronel Merryboy), un camión de una empresa de cemento la atropelló, y el golpe hizo que se le fracturara el peroné de una manera tremenda.

A pesar de que el doctor que la operó dijo que pensaba que en unos meses podría volver a jugar, nunca se pudo recuperar de la lesión. Tuvo un intento al año siguiente, donde trató de probar si los ejercicios de rehabilitación que había hecho, recordando sus días de estudios de ballet, la ayudaban, pero se dio cuenta de que ya no era la misma y dejó el tenis a los 19 años. Solo volvió a las canchas para jugar exhibiciones de solo un set, porque si duraban más, le dolía mucho la pierna.

Posteriormente, le ganó el juicio a la compañía cementera, quien le tuvo que pagar 105 mil dólares (a moneda actual serían unos 2 millones de esa moneda) en una cifra récord para la época.

Curiosidades

“Fue la más corta de grandes carreras de tenistas, pero pocos podrían haber hecho tanto aunque hubiesen tenido muchos más años de juego”

Bud Collins, famoso periodista deportivo

Su primer entrenador, Folsom, era muy reconocido no solo por como sacaba jugadores, sino porque tenía una pierna ortopédica, producto de la amputación que había tenido de su pierna izquierda, por un accidente en la Universidad

El Obispo de San Diego le había dicho en una ocasión que el tenis era “un don de Dios”, y por eso ella, muchas veces antes de los partidos, se refugiaba en la iglesia para orar.

Jugaba con una pulsera en forma de corazón que para ella era su talismán, así se sentía segura

En Wimbledon 1953, su entrenadora, como vio que estaba lesionada de la espalda, le recomendó que no se presentara, mejor dicho, le ordenó que no apareciera por la cancha. Connolly no solo no obedeció, sino que ganó de punta a punta el torneo, y luego convocó a una conferencia de prensa y despidió a su coach. La prensa inglesa, siempre atenta a los chismes del gran torneo, no lo dejó pasar. Connolly tenía solo 17 años…

Enseguida contrató a la leyenda de los coaches y fundador del tenis australiano, Harry Hopman, con él no volvió a perder una final de Grand Slam. Ambos eran devotos del entrenamiento físico y la disciplina

Como amante de los animales, Connolly usaba una pollera con un aplique de caniche con detalles de diamantes de imitación

Se casó en 1955 con un integrante del equipo olímpico de equitación de su país, quien luego fue empresario. Tuvo dos hijas

Seis meses antes de su muerte, creó la “Maureen Connolly Brinker Tennis Foundation”, para apoyar el tenis de los menores

Su autobiografía se llama “Forehand Drive” o “Golpe de derecha”, y fue publicada en 1957

En su lecho de muerte, luego de la última operación infructuosa, se despertó y vio que estaba a su lado su padre, quien su madre le había dicho que había muerto

Conclusión

Sello Postal de EEUU

En junio de 1969, por un cáncer de ovarios que tuvo metástasis en el estómago, falleció con 34 años. Curiosamente, ese mes nacía otra supercampeona precoz que pudo llegar más lejos y que la emuló en 1988 en ganar los 4 Grand Slam en un solo año: Steffi Graff.

Su legado es impresionante por lo que logró en solo 3 o 4 años entre las mejores, con mucho menos, otras hicieron una carrera completa.

Otra vez el ejercicio contrafáctico tienta al que escribe y tal vez al lector, a aventurarse y pensar si ella solo hubiese jugado hasta los 25 o 27 años, que era cuando la mayoría de las mujeres de esa época se retiraban para formar un familia, según el mandato imperante. Pero solo es una ilusión, un ejercicio de prospección sin sentido, la realidad es lo que fue, pero siempre nos quedará la duda si “Little Mo” no hubiese sido la “G.O.A.T[1] Mo”

https://youtu.be/1BrLQ7DfNHc

Connolly llega a Wimbledon antes de echar a su coach

https://youtu.be/hUR4AAgIHSg

MC gana su cuarto grande en 1953 y se convierte en la primer mujer en ganar el Grand Slam

[1] G.O.A.T: Greatest Of All Times (El/La mas grande de todos los tiempos)

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José Luis "Tata" Echegaray

Entrenador de tenis y pádel. Consultor deportivo en Gestión, Marketing y Comunicación de Deportes de Raqueta. Periodista e Investigador. Ex profesional